Cuentan de un gitanillo huérfano que fue abandonado en un camino vecinal. Ya de noche, haciendo mucho frío, lo encontró un guardia civil tiritando, acurrucado junto a una tapia y llorando. Compadecido, el guardia se quitó el capote y se lo echó al gitanillo por los hombres. Le preguntó: ¿Cómo te sientes ahora? El gitanillo le respondió: ¡Me está entrando una mala leche…!
Hasta ese punto hace el hábito al monje.
Con demasiada frecuencia, dejamos que nos condicione la apariencia de todo, sin analizar nada.
Así, se ve que todos, en España (no en otros países) consideran que alguien que aparente más de 65 años está caduco y es una especie de zombi.
Acabo de llegar del banco. En la cola de caja, delante de mí, había una señora de unos 70 años; la fila era muy larga y se notaba la incomodidad de esta señora. Pasó una empleada y la abordó para preguntarle algo (que seguramente era la razón de su permanencia en la cola), La empleada no sólo no la atendió, sino que sumando el insulto a la descortesía, le dijo con un casi empujón: Déjame, no puedo atenderte.
Le pregunté si era familiar suyo y la señora me dijo que no. Una empleada de unos 25 Años, no sólo trató de TÚ a una señora que podía ser su abuela, sino que empleó una desconsideración mucho más llamativa tratándose de una empresa que necesita a sus clientes.
Cuando le ocurra algo de este estilo, vaya a hablar con el director y proteste.
Hasta ese punto hace el hábito al monje.
Con demasiada frecuencia, dejamos que nos condicione la apariencia de todo, sin analizar nada.
Así, se ve que todos, en España (no en otros países) consideran que alguien que aparente más de 65 años está caduco y es una especie de zombi.
Acabo de llegar del banco. En la cola de caja, delante de mí, había una señora de unos 70 años; la fila era muy larga y se notaba la incomodidad de esta señora. Pasó una empleada y la abordó para preguntarle algo (que seguramente era la razón de su permanencia en la cola), La empleada no sólo no la atendió, sino que sumando el insulto a la descortesía, le dijo con un casi empujón: Déjame, no puedo atenderte.
Le pregunté si era familiar suyo y la señora me dijo que no. Una empleada de unos 25 Años, no sólo trató de TÚ a una señora que podía ser su abuela, sino que empleó una desconsideración mucho más llamativa tratándose de una empresa que necesita a sus clientes.
Cuando le ocurra algo de este estilo, vaya a hablar con el director y proteste.