Quien conozca bien Nueva York o haya trabajado allí, habrá comprobado la valoración inmensa que se da al talento. Sólo las sociedades capaces de reconocer y pagar el talento pueden progresar en la hora presente; y vender en el mundo e influir en él.
Entre nosotros, ya en la niñez es complicado tener talento; las familias se avergüenzan si uno de sus hijos muestra aptitudes literarias o plásticas.
Son indescriptibles los obstáculos que encuentran los adolescentes con talento. Cuantos empleos soliciten, le serán negados por jefecillos asustados ante el talento que se le describe. Nuestra sociedad está llena de reyezuelos de taifas, a quienes sólo con un caritativo esfuerzo se puede calificar de mediocres.
Ya adulto, al talentoso (como nos avisó Benavente), le arrancarán tiras de la piel tan sólo por serlo, sin ninguna otra culpa.
¿Cuántos talentos superiores morirán en la miseria en España?
Luis Melero
Entre nosotros, ya en la niñez es complicado tener talento; las familias se avergüenzan si uno de sus hijos muestra aptitudes literarias o plásticas.
Son indescriptibles los obstáculos que encuentran los adolescentes con talento. Cuantos empleos soliciten, le serán negados por jefecillos asustados ante el talento que se le describe. Nuestra sociedad está llena de reyezuelos de taifas, a quienes sólo con un caritativo esfuerzo se puede calificar de mediocres.
Ya adulto, al talentoso (como nos avisó Benavente), le arrancarán tiras de la piel tan sólo por serlo, sin ninguna otra culpa.
¿Cuántos talentos superiores morirán en la miseria en España?
Luis Melero