MALINFORMADASNo se disuaden los trogloditas. Seguimos asistiendo casi a diario al goteo lacerante de mujeres golpeadas y hasta asesinadas por sus hombres. La caterva de energúmenos es inagotable. Hemos asistido con incredulidad a casos de mujeres que denunciaron maltratos públicamente en televisión y, poco después, los maltratadores (fingidamente reconciliados en los platós) las mataron.
Creer que somos racionales porque los antropólogos nos definen así a los seres humanos, es una exageración.Los cavernícolas que maltratan a mujeres o niños incomparablemente menos fuertes que ellos, no merecen pan ni sal. Pero que estos bestias sean tan monstruosos no convierte a sus víctimas en bondadosas omniscientes.
Valdría la pena preguntarse qué estamos haciendo mal. Merecería que se reflexionase sobre si no estaremos errando al informar a las víctimas de maltrato. Las asociaciones que aconsejan públicamente, pudiera ser que incurran en falta de sutileza, porque lo que sugieren hacer es casi siempre provocador. Nadie debe provocar –sin armarse- a quien sea incomparablemente más fuerte que él y, desde luego, las mujeres mancilladas y maltrechas no deberían provocar ni retar a sus maltratadores. A la vista de lo que está pasando, parece que deberían ser estudiados a fondo los consejos de actuación que se dan a mujeres maltratadas.
Y que se haga con profesionalidad, nunca con rabia inculta.
Luis Melero
