miércoles, 16 de septiembre de 2009

GATILLAZOS Y GATILLOS





GATILLAZOS Y GATILLOS
¿Sabe usted que podría estar padeciendo “mobbing” y todavía no ha tenido la ocurrencia de buscar nombre a la angustia, la desazón, los sudores, la amargura y la infelicidad de todos los días?
Por más que la busca, no le encuentra explicación a ese malhumor constante ni a la respuesta áspera que dio a su hijo esta mañana…
…ni al gatillazo humillante que pegó anoche.
Con una flaccidez insuperable, hay gatillazos que son como si le pusieran a uno algo rígido y frío en la sien con el seguro quitado
La empresa para la que trabaja puede estar cometiendo “mobbing” no sólo con usted, convencida de que aplica modernos métodos “americanos” de relaciones laborales. Y en las reuniones de control de cada semana, pugnarán los jefecillos, encargados y mandamasesillos, tratando de reivindicarse como el que es capaz de pisar mejor los callos y los huevos de los operarios.
Su jefe más inmediato perpetra sistemáticamente “mobbing” con usted mientras se ufana por lo bien que sigue las directrices “de arriba”; la bobalicona sonrisa triunfal que le dedica cuando –llegando muy sigilosamente- cree haberlo pillado “en falta”, a usted le hará recaer en el gatillazo con ganas locas de apretar el otro gatillo...
Luis Melero