Hace años, el director de un periódico de la extraña ciudad donde nací me comentó: "Fulanito (un escritor paisano que antaño poseyó cierta celebridad) te odia a morir, por la envidia que te tiene". Me pareció una broma; no me consideraba ni me considero envidiable, aunque haya tenido tres novelas en las listas de bestsellers, porque me acomplejan muchas carencias.
Ahora, cuando dos sinvergüenzas lograron suspender mis blogs (aunque a la postre Google ha comprendido que quienes delinquen no soy yo precisamente, ese fulanito me ha escrito este mensaje: "¡Al fin!. Ojalá te mueras de una vez"
La suspensión temporal ha ocasionado cierto trastorno en el orden de mis publicaciones. Pero más abajo, pueden ustedes leer el capítulo 17 de DESPUÉS DE LA DESBANDÁ, y les recuerdo que el programa es éste:
SABADOS: Cátaros, La libertad aniquilada.
DOMINGOS: Oro entre brumas
LUNES: La desbandá.
MARTES: Indianos
MIÉRCOLES: Los pergaminos cátaros
JUEVES: El ocaso de los druidas.
VIERNES: Después de la desbandá
Insisto en que NO compren ninguno de mis libros. Gracias