domingo, 31 de julio de 2011

capricho español rimsky korsakov 1/2

ESPAÑA DA LA ESPALDA A SUS ESCRITORES



LA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL ESPAÑOLA ES MUY DEFECTUOSA, porque no establece ningún mecanismo para que los escritores podamos estar seguros de cobrar nuestros derechos de propiedad intelectual.
Yo, en concreto, tengo firmado con Roca Editorial cuatro contratos que establecen mi derecho a cobrar el 10% del P:V:P de los libros vendidos. ROCA HA VENDIDO CASI 75.000 LIBROS MÍOS A UN PRECIO MEDIO DE 20 EUROS, por lo que me corresponden 150.000 euros de Derechos de Propiedad Intelectual. Pero en los 7 años de contratos, Roca Editorial me ha pagado unos 40.000 euros (menos de 6.000 euros por año). O sea, que Roca Editorial me ha estafado mas del 70% de mis derechos. Pero la ley española me desasiste a mí y a todos los escritores españoles. El parlamento lo sabe, pero no aborda la implementación de una nueva LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL, porque los escritores somos pocos y, empobrecidos por las editoriales, no tenemos ninguna influencia electoral.
QUE LA LITERATURA ESPAÑOLA SE HAYA VUELTO IMPRACTICABLE POR LAS ESTAfAS Y DEFRAUDACIONES DE LOS CATALANES… AL PARLAMENTO, JUSTICIA, MINISTERIO Y GOBIERNO NO LES INTERESA.
UNA LEY COMPUESTA PENSANDO EN BENEFICIAR A LAS EDITORIALES (Y A NADIE MÁS), PORQUE UNA DE SUS PONENTES ES AMIGA “MUY INTIMA” DE UNA EDITORA, FAMOSA LESBIANA, QUE FUE SU AMANTE

jueves, 28 de julio de 2011

ME HAN EXPOLIADO EL TRABAJO DE CASI VEINTE AÑOS, ROCA EDITORIAL SE APROPIÓ DE CUATRO NOVELAS MÍAS, DE LAS QUE HA VENDIDO CASI 75.000 EJEMPLARES.


A causa de la defectuosa LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL que tenemos, ESA EDITORIAL SE HA APROPIADO DE UNOS 120.000 EUROS MÍOS. Lo mismo hacen todas las editoriales catalanas. .
Esta ley, terminada en 1996, no establece ninguna provisión que GARANTICE A LOS ESCRITORES EL COBRO DE SUS DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL.
De modo que, casi todas las editoriales, trapichean con los derechos de sus escritores en español y les presenta liquidaciones anuales de derechos indudablemente fraudulentas.
Cuando un amigo abogado descubrió en 2007 lo que ROCA EDITORIAL se estaba apropiando de mis derechos, calculó junto a un especialista catalán que hasta aquellos momentos Roca se había apoderado de más de 75.000 euros míos.
No sirvieron mis reclamaciones a Roca Editorial ni mis gestiones ante la policía, el Parlamento, el Gobierno, el Rey, el Defensor del Pueblo, los organismos internacionales de escritores ni ante la Generalitat. NADIE PUEDE HACER NADA PORQUE LA LEY NO GARANTIZA SUS DERECHOS A LOS ESCRITORES.
LA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL ESPAÑOLE ES MUY DEFECTUOSA Y ESTÁ COMPUESTA PENSANDO EN BENE3FGICIAR A LAS EDITORIALES (Y A NADIE MÁS), PORQUE UNA DE SUS PONENTES ES AMIGA “MUY INTIMA” DE UNA EDITORA FAMOSA LESBIANA.
YO ESTOY VIVIENDO MISERABLEMENTE. NO PUEDO LEER PORQUE NO TENGO DINERO PARA COMPRARME GAFAS. ME ESTOY QUEDANDO SIN DIENTES Y NO DISPONGO DE NINGÚN MEDIOS PARA SOLUCIONAR LOS MALES DE MI BOCA, ESTROPEADA POR LOS MEDICAMENTOS ABUNDANTÍSIMOS QUE TOMO. Mientras Blanca Rosa Roca -dueña de ROCA EDITORIAL- dilapida mi dinero en juergas y lujosos viajes a Nueva York
Yo estoy muriendo ya, pero el parlamento está obligado a promover y aprobar una LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL que sea justa y proteja verdaderamente a los escritores.

miércoles, 27 de julio de 2011

ROCA EDITORIAL ME HA ESTAFADO MÁS DE 120.000 EUROS.



A causa de la defectuosa LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL que tenemos.

Esta ley, terminada en 1996, no establece ninguna provisión que GARANTICE A LOS ESCRITORES EL COBRO DE SU DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL.
De modo que, casi todas las editoriales, trapichean con los derechos de sus escritores en español y les presenta liquidaciones anuales de derechos indudablemente fraudulentas.
Cuando un amigo abogado descubrió en 2007 lo que ROCA EDITORIAL se estaba apropiando de mis derechos, calculó junto a un especialista catalán que hasta aquellos momentos Roca se había apoderado de más de 75.000 euros míos.
No sirvieron mis reclamaciones a Roca Editorial ni mis gestiones ante la policía, el Parlamento, el Gobierno, el Rey, el Defensor del Pueblo, los organismos internacionales de escritores ni ante la Generalitat. NADIE PUEDE HACER NADA PORQUE LA LEY NO GARANTIZA SUS DERECHOS A LOS ESCRITORES.
LA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL ESPAÑOLE ES MUY DEFECTUOSA Y ESTÁ COMPUESTA PENSANDO EN BENE3FGICIAR A LAS EDITORIALES (Y A NADIE MÁS), PORQUE UNA DE SUS PONENTES ES AMIGA “MUY INTIMA” DE UNA EDITORA FAMOSA LESBIANA.
YO ESTOY VIVIENDO MISERABLEMENTE. NO PUEDO LEER PORQUE NO TENGO DINERO PARA COMPRARME GAFAS. ME ESTOY QUEDANDO SIN DIENTES Y NO DISPONGO DE NINGÚN MEDIOS PARA SOLUCIONAR LOS MALES DE MI BOCA, ESTROPEADA POR LOS MEDICAMENTOS ABUNDANTÍSIMOS QUE TOMO. Mientras Blanca Rosa Roca -dueña de ROCA EDITORIAL- dilapida mi dinero en juergas y lujosos viajes a Nueva York
Yo estoy muriendo ya, pero el parlamento está obligado a promover y aprobar una LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL que sea justa y proteja verdaderamente a los escritores.

martes, 26 de julio de 2011

LO QUE EDITORIAL ROCA ME DEFRAUDÓ

Este artículo lo publicó ABC de Sevilla unos meses después de que mi abogado descubriera que Roca Editorial me estaba defraudando cuantiosas cantidades de mis derechos de autor.

Tras cotejar mis documentos con un abogado barcelonés especializado en DERECHOS DE AUTOR, calcularon que hasta 2007 Roca editorial me había defraudado unos 75.000 euros.

En la actualidad, la suma que me ha defraudado Roca Editorial puede haber subido hasta los 103.000 euros.

en estos cuatro años, he recurrido al gobierno, las cortes, el defensor del pueblo, el ministro de industria, la policía, la generalitat, etc. Nadie ha implementado ninguna vía para que yo pueda cobrar mis derechos tal como figuran en los contratos. Mientras, la dueña de Roca vive y viaja fastuosamente, en tanto que yo vivo miserablemente con una pensión de 500 euros, que no me permite arreglar mis dientes ni comprarme gafas para poder leer.

El Defensor del Pueblo reclamó al ministro de industria que no contestara mis numerosos escritos en demanda de auxilio. A partir de entonces, una secretaria del ministro ACUSA RECIBO de mis escritos, pero el ministro sigue sin responder la pregunta de qué CAMINO DEBERÍA SEGUIR para cobrar, pues la ley no permite actuar a los jueces.

CON LA LEY PRESENTE (DE 1996) Y EL ESTADO ACTUAL DE COSAS, NADIE PODRÍA ESCRIBIR EN ESPAÑA ALGO COMO "El señor de los Anillos" o "Harry Potter", porque esta clase de libros exige mucho trabajo, y como a los escritores españoles no nos pagan las editoriales, casi todos hacen otras cosas: ESCRIBIR ARTÍCULOS EN LOS PERIÓDICOS JUZGAR, ETC. ETC. Se pueden contar con los dedos de una mano los escritores españoles a quienes las editoriales les pagan lo suficiente para vivir

La literatura española necesita urgentemente una ley de propiedad intelectual que garantice a los escritores el cobro de sus derechos.

DEBERÍAMOS CREAR UNA ESPECIE DE "CLUB MUNDIAL DE LOS MELERO"



Hace muchos años que sé que hay Meleros por todo el mundo. Como he residido en muchos países sur y norteamericanos, he conocido a varios, siempre con profesiones dignas y, con frecuencia, artistas. Sobre todo, artistas gráficos. Si hubiera de juzgarlos por los que yo he conocido y los que aparecen en la página de Facebook LOS MELERO,tendríamos que concluir que los Melero formamos una familia extendida por todo el mundo y con una interesante calidad media.



¿Y SI FUNDÁSEMOS UNA ESPECIE DE "CLUB MUNDIAL DE LOS MELERO"?
Las posibilidades serían múltiples, maravillosas y casi infinitas.

Podríamos hacer como cuentan que hacían los esperantistas hace años. Da la impresión de que la afición por el esperanto está en retroceso, pero cuando yo era niño parecía a punto de convertirse en idioma franco internacional. Por aquellos años, hubo en Málaga un Congreso Mundial Esperantista.
Yo tenía nueve años y me había dado por estudiar ese idioma (esperanto se pronuncia "esperanszo".

Uno de los ESPERANTISTAS que conocí entonces, polaco como Zamenoff, me contó en un español casi correcto que los esperantistas se ayudaban los unos a los otros en cualquier sitio de este planeta. SE OFRECÍAN ALOJAMIENTO GRATIS MUTUAMENTE (cuando viajaban a otros países) E INTERCAMBIABAN TODA CLASE DE SABERES, OBJETOS O INFORMACIÓN.

Todo esto es algo que podríamos hacer los Melero si nos organizásemos en un club Mundial.


Comenzando poco a poco, podríamos conseguir objetivos increíbles con sólo el cielo como límite...

TARJETAS DE CRÉDITO, HOTELES, LOCALES DE DIVERSIÓN, OBJETIVOS CULTURALES, CONGRESOS, ETC.

Quien no opine que NO estoy loco o algo por el estilo, puede escribirme a:

melerovc@yahoo.es

lunes, 25 de julio de 2011

EL ESTRATEGA QUE NOS PERDIÓ EN VIGO


¿Permanece en la Ría de Vigo el tesoro que financió al capitán Nemo?

Que Julio Verne lo describiera en el capítulo VIII de la segunda parte de “Veinte mil leguas de viaje submarino”, hizo que el tesoro entrara en la leyenda: “Alrededor del Nautilus, en un radio de media milla, las aguas parecían impregnadas de luz eléctrica... Hombres de la tripulación, provistos de escafandras, se ocupaban de desguazar toneles medio podridos, cajas reventadas, en medio de restos todavía ennegrecidos. De estas cajas, de estos barriles, se escapaban lingotes de oro y de plata, cascadas de monedas y de joyas”.

Chateau-Renault, un pomposo cortesano de Luis XIV (que pasaría a la historia como Rey Sol), compartía con nuestro almirante Manuel Velasco de Tejada el mando de una flota de 19 galeones españoles y 24 buques de guerra franceses. Fue Chateau-Renault el estratega que nos perdió en Vigo, acelerando la decadencia del Imperio Español.

Los galeones componían las Flotas de la Plata de 1699, 1700 y 1701, retenidas tres temporadas en La Habana a causa de un abrumador acoso bucanero y por la incertidumbre sobre lo que ocurría en Madrid, donde muerto Carlos II sin heredero, habían coronado rey a Felipe V, duque de Anjou y nieto del Rey Sol. Habiéndose pactado ya en La Haya la alianza anglo-austriaco-holandesa que desataría la Guerra de Sucesión, y acuciado el joven rey de España por la falta de fondos que originaba la indeterminación de las tres flotas, corría 1702 cuando el río de oro que había sido el océano Atlántico volvió a fluir después de tres años de sequía. Gracias a la interesada ayuda que dio Luis XIV a su nieto, prestándole su poderosa armada, por fin emprendieron nuestros galeones el regreso con el producto de un trienio del comercio de Indias, del que los espías portugueses corrieron a informar a sus aliados ingleses llamándolo “el mayor tesoro que nunca cruzó el mar”.

Según las leyes, debían descargar en Cádiz bajo el control de los magistrados de la Casa de Contratación de Sevilla, mas arribados a las Azores, llegó desde España un galeón para informar a Velasco de Tejada que Cádiz padecía un feroz cerco marítimo ante una armada angloholandesa comandada por el almirante George Rooke. Celebraron conferencia y Chateau-Renault pretendió llevarse la flota a Brest o La Rochelle, pero en uno de los galeones españoles viajaba el gallego José Sarmiento Valladares, duque de Moctezuma y ex virrey de la Nueva España, muy curtido en política internacional; junto con Velasco de Tejada, impusieron la opción de Vigo, temiendo con razón que el rey de Francia nunca devolviera el oro.

Rooke, que encontraba fortísima resistencia en Andalucía y sufría graves descalabros, se enteró de lo que llegaba a Vigo y, visto lo negro que era para su flota el panorama andaluz, zarpó presuroso hacia Galicia con más de cien navíos y un ejército que cuadruplicaba el hispano-francés.

Alertado, Chateau-Renault dispuso los galeones españoles, cargados hasta las cofas de oro y riquezas, alrededor de la ensenada de San Simón. En el estrecho de Rande, falúas y pataches encadenados para impedir el asalto enemigo.

Pero Rooke planteó su más afortunada batalla naval… ¡en tierra! Desembarcó antes de entrar en la ría y fue tomando aldeas y los mal pertrechados fortines, algunos de los cuales aseguran los cronistas que ya entonces estaban en ruinas. Cuando los galeones españoles, presos en una ría incendiada convertida en ratonera, pretendieron escapar del fuego enemigo procedente de tierra, no pudieron huir a través del estrecho de Rande, bloqueado por la feliz estrategia de Chateau Renault.

Lo que los ingleses nos robaron, lo que nos cobró Luis XIV por su altruista ayuda y lo rescatado para Felipe V totalizó diecisiete millones de doblones de a ocho. Pero el monto oficial de lo que traían los galeones sumaba ciento cuatro millones… aunque aseguran todos los testimonios que las Flotas de la Plata declaraban sólo un doblón de cada siete de los que realmente transportaban, defraudando a hacienda para ahorrarse impuestos. Así que cerca de setecientos millones de doblones de a ocho (muchos miles de millones de euros) desaparecieron aquella noche del 23 de octubre de 1702.

¿Seguirán en el fondo de la ría? Se cree que sí. Oro entre brumas que muchos han entrevisto y expoliado durante tres siglos.

Por su parte, Chateau–Renault vivió el resto de su vida celebrando a diario fiestas extravagantemente fastuosas.

domingo, 24 de julio de 2011

MÁLAGA NO ES LA ANDALUCÍA SEVILLANA



Si alguien cree que la gobernación de la Andalucía sevillana es autónoma de veras y se “deja” gobernar, o tiene ilusiones relacionadas con el progreso de Málaga, debe saber que son vanas.
Imaginen ustedes que Málaga, ya que la Junta no le consiente construir un puerto deportivo en el Arraijanal, decidiera celebrar ahí una gran exposición universal. ¿Creen ustedes que la Junta nos lo permitiría? Imaginen ustedes que Málaga quisiera celebrar unos campeonatos mundiales de atletismo o unas Olimpiadas. ¿Creen ustedes que la Junta nos lo permitiría?

Imaginen ustedes que Málaga se propusiera convertirse de verdad en la base de los deportes acuáticos, vela, cruceros y demás de esta parte del Mediterráneo que se llama Alborán. ¿Creen ustedes que la Junta lo permitiría?
Por razones de su propia capacidad de ser y sentir, Málaga no debió sumarse nunca al proyecto sevillano de 1978, porque ello ha supuesto el abandono de toda ambición y el sometimiento al narcisismo excluyente y salvaje de los sevillanos, alentados por Alfomnso Guerra, que ya entonces dijo negro sobre blanco que “MÁLAGA SE HA DESARROLLADO MUCHO; AHORA LE TODA A SEVILLA.

No debimos rendirnos a las ambiciones sevillanas no solamente por nuestras propias capacidades, personalidad y entendimientos, sino por los todos los de la vertiente Sur Penibética Región de la que somos capital indiscutible, así como el Alborán, de donde también so mos la capital trimilenaria.
A la hora de redactar el aberrante e innecesario nuevo estatuto andaluz, se pensó en definir la región como las tierras que baña el Guadalquivir. Lo que excluye a Málaga, evidentemente y nunca debemos olvidarlo.

Si usted es curioso y observa las capitales andaluzas que rodean a Málaga, verá que no hay gran parecido. Ciudades morunas e intrincadas donde la grandilocuencia verborreica y la retórica sustituyen frecuentemente a la razón. En comparación con ellas, Málaga es más bizantina, tanto por fisonomía como por carácter. Los parecidos con Málaga hay que buscarlos en otra parte, en el Sureste. Almería, Alicante y, sobre todo, Murcia. No hay en España provincia y ciudad más parecida a Málaga que Murcia. En un paseo lleno de jacarandas, usted sentirá que está en Málaga estando en Murcia. En una juerga flamenca, le pasará igual: los palos flamencos de Murcia son iguales que los malagueños y, como estos, muy distintos de los gaditanos. En una placita recoleta con un ficus extremadamente corpulento, usted creerá que está en la Puerta de Buenaventura o en un sitio similar, estando en Murcia.
¿En qué ha beneficiado a Málaga el insoportable dominio sevillano?

EL SOJUZGAMIENTO SEVILLANO ANULA TODA POSIBILIDAD PARA LOS MALAGUEÑOS.
FUERA LA BOTA SEVILLANA
ANTE EL SILENCIO DE LOS PERIÓDICOS QUE SE PUBLICAN EN MALAGA (TODOS DE CAPITAL FORÁNEO) SE HACE INDISPENSABLE QUE MÁLAGA TENGA UN PERIÓDICO PROPIO
Si te identificas con la idea de que Málaga posea voz propia en los medios, para ir creando poco a poco un periódico de obediencia exclusivamente malagaña, escribe a
jlmgvc@gmail.com

viernes, 22 de julio de 2011

HAY QUE CONSEGUIR QUE HAYA UN PERIÓDICO DE VERDAD MALAGUEÑO

Todos los periódicos que se publican en Málaga son de capital foráneo y defienden intereses ajenos a Málaga.

Tenemos que hacer realidad la creación de un periódi co de verdad malagueño.

Déjanos tu opinión

jueves, 21 de julio de 2011

Málaga necesita imperiosamente un periódico que pregone la insatisfacción con del trato de la junta-

CONVENIENCIA DE QUE MÁLAGA TENGA UN PERIÓDICO PROPIO
(AHORA TODOS SON DE CAPITAL FORÁNEO)

Si te identificas con la idea de que Málaga posea voz propia en los medios, e ir creando poco a poco un periódico de obediencia exclusivamente malagaña,

escribe a

jlmgvc@gmail.com

martes, 19 de julio de 2011

CONVENIENCIA DE QUE MÁLAGA TENGA UN PERIÓDICO PROPIO (AHORA TODOS SON DE CAPITAL FORÁNEO)

Si te identificas con la idea de que Málaga posea voz propia en los medios, e ir creando poco a poco un periódico de obediencia exclusivamente malagaña,

escribe a

jlmgvc@gmail.com

lunes, 18 de julio de 2011

ESCRIBÍ UNA NOVELA SOBRE CELTAS RESIDUALES DEL SIGLO X


Europa posee las grandes manifestaciones artísticas más antiguas producidas por seres humanos. Las cuevas de Altamira y Lascaux, en España y Francia, han sido llamadas con razón “Capillas Sixtinas prehistóricas” y fueron pintadas más de diez mil años antes de la construcción de las pirámides de Egipto. Los increíbles megalitos europeos como Menga en Málaga, Carnac en Francia, o Stonehenge en Inglaterra, son tal vez los monumentos más antiguos de la Humanidad, anteriores a las pirámides y los zigurats. La civilización celta, aunque posterior a los constructores de dólmenes y menhires, fue durante más de dos milenios una especie de Comunidad Europea desde Finlandia a España y desde Turquía a Irlanda, un fraternal reino de reinos que compartían signos, dioses, sentido de la vida y, probablemente, lengua. Una realidad continental que, pese a los afanes de Bruselas y Estrasburgo, todavía nos costará varias generaciones restaurar del todo. Esa civilización, amante de la Naturaleza y practicante ferviente de la armonía de los hombres con su medio, debió de alcanzar conocimientos muy profundos de física y química, y su cultura era lo bastante funcional como para que clanes muy distantes en el tiempo y el espacio la conservasen durante muchos siglos. Pero agonizó lentamente a lo largo de más de un milenio, bajo la presión de los invasores orientales (fenicios/cartagineses y griegos/persas) y el Imperio Romano. Finalmente, fue diluyéndose en el olvido en un continente a medias cristiano y a medias musulmán, cuyos practicantes más fervientes, en rara sintonía, perseguían y aplastaban toda manifestación de conocimiento que repugnase a quienes tan pocos conocimientos poseían. Como, según el tópico, la Historia la cuentan los vencedores, los europeos actuales apenas recordamos ni reconocemos nuestro verdadero origen cultural común, el celta, mucho más determinante que el fenicio, el griego o el latino en nuestros modos y maneras generales, y en el entendimiento paneuropeo de la vida. Tan grande es nuestro olvido, que la ciencia seria no emprende estudios profundos, a escala continental, que pudieran encontrar explicación al misterio de una civilización tan extensa y homogénea en épocas de tan difíciles comunicaciones, para restablecer un mínimo de nuestra memoria colectiva, deliberadamente eclipsada no se sabe bien por qué o por quién. Nadie explica de manera razonable, por ejemplo, la existencia de topónimos como GALicia, GALacia, GALia, y GALes, todos con significación celta comprobada, en lugares tan distantes como Turquía y Gran Bretaña.

El espíritu celta y manifestaciones abrumadoras de su cultura y sentido de la vida han pervivido en las tradiciones, el folclore, la música, los rastros arquitectónicos y hermosos objetos de orfebrería. Y además, está impregnada de celtismo toda una tradición literaria que llega prácticamente hasta el presente. Sin pensar en su origen celta común, difícilmente se podría comprender el espíritu ecológico y de comunión con la Naturaleza que satura los relatos de los hermanos Grimm (alemanes), Giovanni Bocaccio (italiano), Hans Christian Andersen (danés), Charles Perrault (francés), Lewis Carroll (inglés) o Jonathan Swift (irlandés) e inclusive los fabulistas españoles Félix María Samaniego y Juan Eugenio Hartzenbusch. Sin considerar nuestros orígenes celtas, resultaría inimaginable el surgimiento en la Europa judeocristiana de ideas como las de Jean-Jacques Rousseau (suizo).

Aceptamos como un dogma haber sido “civilizados” por Sumer y otras naciones orientales, como si lo que antes existía en el continente fuese tan sólo un hatajo de salvajes infrahumanos, bárbaros, brutos e incapaces de crear arte, belleza ni cultura, lo que es contradicho clamorosamente por los numerosos rastros, tan superficialmente investigados, que dejaron los celtas y que incluyen la que es probable que sea la más antigua forma de escritura alfabética, a pesar de que un tabú religioso les impedía escribir sus leyendas e historia, lo que es una de las causas de nuestro olvido. En esta cuestión tan crucial, la ciencia ha dejado en manos de desvaríos especulativos la investigación de algo que nos concierne a todos los europeos, un patrimonio comunitario que tenemos derecho a conocer con profundidad y sin frivolidades. Europa experimentó un tiempo en que los celtas manteníamos con la Naturaleza una alianza mutuamente provechosa. Entonces, el Edén estaba aquí. Con todo el espíritu celta de que he conseguido imbuirme en lugares que amo intensamente, narro a continuación una aventura que pudo suceder.

viernes, 15 de julio de 2011

LOS GALEONES DE RANDE El mayor tesoro de la historia

El 15 de octubre de 1702 entró en la ría de Vigo el cargamento más rico venido de América desde el descubrimiento. Diecinueve galeones españoles, escoltados por veintitrés barcos de guerra franceses, portaban ciento ocho millones de piezas de plata, oro y otras mercancías preciosas destinadas a costear la Guerra de Sucesión en favor de Felipe V. Retrasos burocráticos permitieron la llegada de una flota de piratas anglo-holandeses que, tras feroz batalla, se llevaron unos cuarenta millones de piezas. El resto permanece, hoy, en el fondo de la ría viguesa.

MI NOVELA “ORO ENTRE BRUMAS” FABULA SOBRFE ESTE HECHO HISTÓRICO VERDADERO

Una serie de infortunios llevó a la llamada la Flota de Oro a dar con sus astillados huesos en el fondo de la ría de Vigo. La rígida burocracia, la guerra, los piratas y una profunda indecisión propiciaron que los muchos tesoros acumulados durante siglos por aztecas e incas no alcanzaran nunca su destino y quedaran repartidos entre corsarios ingleses y holandeses, mercenarios franceses y, sobre todo, el fango marino de la ría viguesa. El que puede considerarse como el más grande tesoro de la historia sólo es propiedad de los peces y nebuloso horizonte de los muchos aventureros que han buscado oro en estas aguas.
Similar búsqueda a la que, dos siglos antes, emprendieron los españoles en las Indias Occidentales para satisfacer sus ansias de riqueza. "En Perú existían los techos de oro descritos por las leyendas que las gentes se repartían, sin atreverse a creer en ellas; los muros de los templos estaban cubiertos por hojas de oro y se llegaba a ellos por avenidas enlosadas en plata maciza; la colina del Perro no era más que un gigantesco bloque de plata. Los Andes rebosaban de esmeraldas, zafiros y diamantes; en las playas se recogían perlas de una belleza y un grosor insospechados...".
Los tesoros y las obras de arte de milenarias civilizaciones y la plata de las minas de Pachuca, Tlalpujalma, San Luis, Sultepec, Tasco, Guanajato, Oajaca, Tetela, Zacateas, Fresnillo o Sombrerete llenaron, durante siglos, las bodegas de los galeones con destino en Cádiz, Sevilla o Palos de la Frontera. Abundante y lucrativo comercio que llevó a instalar en Sevilla, en enero de 1503, la Casa de Contratación, organismo administrativo, financiero, comercial, de investigación geográfica y jurídica, oficina de emigración, depósito comercial, tribunal mercantil y escuela náutica. Allí, se llevaba la cuenta de lo que partía hacia América y de lo que llegaba, imponiendo tributos y aranceles que correspondían a la Corona.
Allí, se revisaba a conciencia cada navío para comprobar que el viaje no entrañaba peligro para la tripulación y los ocupantes, el armamento, el velamen, la carga, las provisisones, el riguroso aislamiento de las mujeres y la autorización de los hombres, firmada y legalizada por la esposa, para poder abandonar el hogar conyugal. Y, al regreso, los fucionarios inspeccionaban, en alta mar, la descarga y los trasvases y cobraban los impuestos. Sólo abandonaban los buques cuando las bodegas estaban vacías.
Tambíen allí, se controlaban las dos flotas que se hacian a la mar, cada año, tras la muerte de Carlos V. Una, la de Nueva España, iba a las partes septentrionales del Caribe y el golfo de México. Otra, la de Tierra Firme, visitaba los puertos de América del Sur y las Antillas del sudeste. De ésta última, la que partió en 1699, al mando de Manuel de Velasco y Tejada, se convirtió, casi por azar, en la Flota de Oro y, como tal, entró en la bahía de Vigo el 22 de septiembre de 1702 para no salir jamás. Estaba compuesta por cuarenta barcos: tres galeones de guerra (la nao capitana y dos naos almirantes), catorce galeones mercantes, dos pataches, un barco auxiliar, quince navíos, tres fragatas, un brulote y un aviso.
Llenas las bodegas
Los galeones eran "barcos pesados y relativamente muy capaces (desplazaban unas mil toneladas), dotados, incluso los de comercio, de grandes castillos a proa y a popa. Estas ingentes masas que pesaban sobre sus dos extremos les restaban buena parte de sus facultades marinas, pues el balanceo de los castillos y la resistencia que ofrecían al viento eran otros tantos estorbos para desafiar el tiempo. Pero la excelencia de los galeones no se medía por su rapidez, sino por la seguridad que brindan a los navegantes. Los enormes castillos que agobiaban a esas naves obedecía simplemente a una necesidad militar que era la más urgente y atendible. Como los galeones usaban la táctica del abordaje para combatir entre sí, lo más importante era que el enemigo, al querer acercarse, tuviese que asaltar un verdadero castillo flotante. Y no cabía hacer distinción entre los galeones de guerra y los pacíficos de comercio, porque en sus tiempos el mar estaba infestado de merodeadores y piratas que obligaban a precaverse aún a los más inofensivos".
La flota de Tierra Firme de 1699 salió de Cádiz y alcanzó Trinidad y Cartagena de Indias dos años más tarde. En ésta, obtuvo más de cuatro millones de escudos de oro y, en una feria de cincuenta días en Portobello, vendió mercancias europeas por valor de veinte millones de escudos y recogió veinticinco millones de escudos en oro y plata. Tanto que, según un cronista de la época, "regresan con dos o tres millones de escudos de oro, veinte millones de escudos de plata, doscientos mil escudos en perlas, trescientos mil en esmeraldas, treinta mil en amatistas, lana de vicuña por valor de cincuenta mil escudos, la misma suma en madera de Campeche y doscientos sesenta mil escudos en cueros".
Además, hay que decir que "la caja de los galeones era siempre diez veces superior a la que mencionaban los registros", pues, no en vano, almirantes, generales, oficiales y administrativos adquirían su cargo pagando elevadas cifras a la Corona, a cambio de lo que ganarían. De hecho, un almirante pagaba hasta cien mil escudos y los demás en sucesiva proporción.
Pero Manuel de Velasco decidió postergar el regreso de la flota porque, en septiembre de 1700, las corrientes eran contrarias, en Las Bermudas surgen imprevistos huracanes y rondaban los piratas, cuya milenaria actividad se intensificó entre los siglos XV al XVII, en el Pacífico y el Atlántico, tras la aparición de las preciosas cargas de las Indias. Unos y otros propiciaron que, a la de Tierra Firme se uniera, en mayo, la segunda flota anual, la de Nueva España, llegada a Veracruz y, juntas, esperaron dos años a que los corsarios se dispersasen. Mientras, las bodegas se llenaban de oro, plata, perlas, esmeraldas, amatistas, diamantes, cochinilla, indigo, maderas para teñir y de ebanistería, azúcar, gengibre, cacao, algodón, lana colorada, tabaco, cueros, pieles, ámbar gris, bezoar, bálsamos de copahu, de Perú, de Tolú, quinquina, jalape, mechucán, zarzaparrilla, tamarindos, casia, vainilla...
En 1701, el comandante envió un barco a Cádiz explicando al rey los motivos del retraso y pidiendo una escuadra de escolta. El monarca español solicitó ayuda al aliado francés y Luis XIV encargó la misión al conde Chateau-Renault, vicealmirante de su armada, que abandonó Brest con una poderosa flota y alto su pabellón en Le Fort. Finalmente, el 11 de junio de 1702 salieron los galeones de La Habana, con los cuarenta y cuatro cañones de la capitana Jesús, María y José abriendo una marcha que cerraba las dos naos almirantes, La Bufona y Azogue, con cincuenta y cuatro cañones cada uno, y los veinticuatro navíos franceses.
Los preparativos
Sin embargo, mientras las dos flotas de Indias esperaban tiempos propicios para regresar, en España había estallado la Guerra de Sucesión, al acceder a la corona española el duque Felipe de Anjou, proclamado Felipe V, tras la muerte sin sucesión, el 1 de noviembre de 1700, de Carlos II el Hechizado, el último Austria. Con ello, el delicado equilibrio de poder existente en Europa se rompió y, unidas Francia y España por el de Anjou, se aliaron Inglaterra, Holanda y Alemania.
La guerra obligó a la Flota de Oro a desviarse de Cádiz, sitiada por Rooke, a Vigo, aún sabiendo que la bahía, a cargo del príncipe de Barbanzón, capitán general del Reino de Galicia, estaba mal defendida por fuertes ruinosos, milicias escasamente pertrechadas y las desmanteladas baterías de Rande y que la Casa de Contratación prohibía "desembarcar nada de un galeón como no sea en Cádiz y bajo la vigilancia de un funcionario oficial". De hecho, ésta advirtió que "los galeones cargados estén a buen recaudo, hasta que puedan continuar normalmente su navegación", pues, "en Vigo no hay nadie capacitado para recaudar el impuesto de la Corona sobre las mercancías".
Barbanzón aconsejó a Chateau-Reanult llegar hasta El Ferrol, mas el cansancio de los marineros y la presencia de la escuadra anglo-holandesa del almirante sir Cloudesley Shovel entre Ortegal y Finisterre, amenazando con cortarles el paso, decidió al francés a llegar al fondo de la ría, hacia Redondela, anclando los españoles cerca de la isla de San Simón y los franceses, en semicírculo, en la boca y el estrecho de Rande. Previendo el combate, el capitán general de Galicia reunió milicias con gente de La Coruña y Tuy, armó a los vecinos y reforzó los fortines de Corbeiro, al norte, y de Rande, al sur, con ocho cañones de hierro con plataforma y doce de bronce, cada uno, aportados por el vicealmirante francés. Por último, Velasco ordenó cerrar la bocana de la ría con una estacada flotante hecha con embarcaciones, balsas y toneles amarrados entre sí y a las orillas y protegida por Le Bourbon y L'Esperance.
Al tiempo que se procedía a la defensa de la ría y a pesar de la negativa de Cádiz a descargar las naves, la reina presionó al Consejo de Indias para que el oro real fuera desembarcado. Para ello, el príncipe de Barbanzón reunió más de 1.200 carros do país tirados por bueyes que, con cuatro cofres cada uno y buena guardia, alcanzaron Pontevedra, Padrón y Lugo por caminos de montaña. Sin embargo, los preciosos metales hacían de lastre en los galeones, es decir, iban en el fondo de la bodega, por lo que, antes, había que descargar el resto de mercancías. Para contabilizarlas, el Consejo de Indias dotó de poderes especiales a Juan de Larrea, que llegó a Vigo, en silla de postas, a mediados de octubre, es decir, cuando la mayor parte de lo correspondiente al rey había sido llevado al interior.
La actividad llenaba la ría cuando llegó un patache gaditano anunciando que "tras grandiosas pérdidas, los anglo-holandeses, desmoralizados, han levantado el cerco de Cádiz". La noticia, junto con la progresiva consolidación de Felipe de Anjou como rey español, invitó a cargar, de nuevo, las bodegas y a deshacer la estacada. Incluso, cinco barcos franceses regresaron a Brest y milicianos y paisanos dejaron los mosquetes para volver a casa. La alegría duró poco, pues, pronto, llegaron malas nuevas. Tras el fracaso de Cádiz, ciento cincuenta navíos ingleses y holandeses, para resarcirse, se dirigían a Vigo, siguiendo el aroma del oro.
La batalla
En Vigo, asolada ya por Drake, los ricos huyeron y las iglesias se iluminaron con cirios implorando protección. La milicia acudió a sus puestos, levantó barricadas, almacenó víveres... Se reconstruyó la estacada. El almirante José Chacón, con doscientos marinos franceses y ciento cincuenta mosquetes españoles, fortificó las baterías de Rande. Dos compañías de Velasco y doscientos milicianos ocuparon Corbeiro, mil protegieron el perímetro de la ciudad y unos cientos se distribuyeron por el castillo de San Sebastián y el Castro, Laje y la bahía de Teis. En trincheras de reserva, Barbanzón dispuso tres mil hombres mal armados y treinta hidalgos a caballo. Y, tras la estacada, bloqueando la bocana, Chateau-Reanult colocó Le Fort en el centro de cinco navíos de guerra franceses y los dos galeones almirantes.
El 21 de octubre, la escuadra enemiga apareció al sur de las Cíes y, el 22, entre una leve niebla, ocupó posiciones de combate: delante, diez navíos holandeses, quince ingleses y todos los brulotes, mandados por el almirante sir George Hopson, cuya enseña ondeaba en el Torbay. Entró en la ría por la orilla norte, lejos del alcance de los cañones de tierra y dobló la guía sin responder a los disparos. Llegó a la estacada y arrió diecisiete chalupas con infantes de Marina para romperla, pero las baterías de Corbeiro y de Rande hundieron dos y les hicieron huir. Por la tarde, Hopson, en consejo de guerra con sus oficiales, encargó al duque de Ormond y sus soldados-marinos destruir los dos fuertes.
Al amanecer del 23, el Zeven Provincies, por el norte, y el Association, por el sur, ambos con noventa cañones, abrieron fuego contra los fortines y los buques L'Esperance y Le Bourbon. A esa hora, los españoles oían misa y recibían la bendición del limosnero de a bordo. Entre once y doce de la mañana, Ormond, con cuatro mil hombres, desembarcó en Teis, donde las milicias campesinas, mandadas por Alonso Correa de Mendoza y Sotomayor, conde de San Bernardo y vizconde de Pegullal, huyeron al primer disparo de arcabuz. Sin oposición, los ingleses cubrieron, velozmente, la media legua que les separaba de Rande, donde las trincheras no estaban terminadas y las balas del Association habían derribado algunos muros. Los españoles se defendieron una larga hora, pero, en el último asalto, el capitán Sorel cayó al rechazar a un grupo de granaderos. Superado en número, el almirante Chacón tuvo que rendirse. En la otra orilla, el regimiento de Churchill avanzó sin problemas hasta el fuerte de Corbeiro, en cuya torre, un centenar de españoles aguantó más de una hora, hasta que fue tomada.
Con las banderas inglesas izadas en los fortines, el Torbay, con todo el velamen aprovechando viento de popa, se lanzó contra la estacada, arrastrando toneles, tablas, cadenas y cuerdas. Detrás, el Grafton y el Mary, cuyos tripulantes saltaron y rompieron la barrera, a pesar del fuego de los barcos franceses. Luego, toda la escuadra pasó por el boquete disparando y acabando con Le Bourbon y L'Esperance (éste encalló al pie del fuerte de Rande).
Chateau-Renault contraatacó con Le Fort. El escaso espacio para maniobrar provocó una cruel y salvaje lucha cuerpo a cuerpo, pues el cañoneo causó grandes destrozos en los barcos y el mutuo abordaje se inició pronto. Le Solide, desarbolado, ardió y explotó al alcanzar el fuego la santabárbara. En otras naves, como el Tritón, el combate seguía al llegar la noche y hasta participó el barbero. La Bufona se hundió, arrastrando a gran parte de la tripulación. El teniente De L'Escalette dirigió un brulote cargado con tabaco de La Habana hasta el costado del Torbay para rociarlo de pez y prenderle fuego. Muerto el teniente francés, su segundo continuó la misión, aprovechando que el enemigo, concentrado en la batalla, le ignoraba. Mas el brulote no pudo escapar, también se incendió y estalló, enviando una nube de polvo de tabaco sobre su enemigo. Aunque los ingleses apagaron el fuego, ciento quince hombres murieron asfixiados.

miércoles, 13 de julio de 2011

CÁTAROS. La libertad aniquilada

El paso del tiempo no hace más que aumentar la fascinación que ejercen los cátaros sobre nuestras mentes descreídas y escépticas. Hasta no hace mucho tiempo, y principalmente durante el siglo XIX, esa fascinación se basaba en el misterio que envolvía a un supuesto tesoro escondido cuyo valor se creía fabuloso, opulento, desmesurado, aunque había también quien le atribuía importancia meramente simbólica pero de una naturaleza tal, que haría no sólo tambalear los cimientos de la doctrina cristiana, sino que anularía de raíz sus fundamentos dogmáticos. Creencia esta última basada en peripecias reales sumamente desconcertantes y rodeadas de sombras muy espesas, nunca despejadas por quienes debieran hacerlo en defensa de sus intereses pastorales. Tal es el caso del estrafalario cura Berenguer Saunière, quien habría encontrado importantes documentos cátaros durante unas obras en su pequeña parroquia de Rennes-le-Château, ocultos en un pilar del altar mayor, con los que se afirma que pudo extorsionar a la Iglesia romana durante el resto de su vida. Hasta el día del hallazgo Saunière era un presbítero tan pobre, que se veía obligado a pescar y cazar por los alrededores de su pueblo para poder comer modestamente. De que había extraños manuscritos en ese pilar no cabe ninguna duda, porque todavía en 1958 sobrevivían dos de los albañiles que fueron testigos del descubrimiento. Según los hechos objetivos, es incuestionable que, a continuación de tales obras, Berenguer Saunière amasó una fortuna impresionante, cuyo origen se ignora y nadie ha conseguido explicarlo de manera satisfactoria; fortuna que le permitió convertir su parroquia en uno de los más risibles monumentos al mal gusto de cuantos abundan por el mundo. Consagrada la iglesia a María Magdalena, su pila bautismal se sostiene sobre una monstruosa figura de Satanás y en el sardinel de la entrada hizo tallar Saunière la leyenda “Terribilis est locus iste” (Este lugar es terrible). Cualquier autoridad religiosa que sea preguntada por la fortuna, los dispendios para organizar fiestas cortesanas supuestamente “culturales”, las grotescas locuras decorativas y, sobre todo, el desconcertante consentimiento eclesiástico y la tolerancia jerárquica ante las extravagancias de este sacerdote decimonónico, escurrirá el bulto de un modo vergonzante. En la actualidad, y cuanto más riguroso va siendo el trabajo de los historiadores que investigan el fenómeno cátaro, nuestra fascinación por los llamados “hombres buenos” ha ido derivando del brillo de un oro improbable hacia el fulgor de conductas muy difíciles de comprender, que sin dejar de conmover los sentimientos e inclinarnos casi al llanto, nos causan más perplejidad que admiración.Sencillos, ascéticos y pobres de solemnidad, concitaron lealtades tan inquebrantables que, contempladas a la distancia de ocho siglos, resultan conmovedoras cuando uno supera el pasmo y la incredulidad. Los cátaros y quienes les amaban de manera heroica resistieron cien años frente a los poderes más despiadados y avasalladores de su época. No eran muchos, vivían con austeridad espartana, no amontonaban riquezas ni disponían de ejército, pero convulsionaron de tal modo el mundo de los siglos XII y XIII, que se alzaron contra ellos todas las tempestades y demonios del miedo y el terror. Los persiguieron, vituperaron, quemaron y masacraron, e inventaron las perversiones más inconcebibles para justificar la seña con que los persiguieron. Para ellos se abrió la caja de Pandora que representó la crudelísima frase “matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos”. En su contra, alcanzó la canonización Domingo de Guzmán con su Orden de Predicadores (dominicos). Contra ellos se celebraron concilios y se organizó la única cruzada que tuvo a Europa por escenario, y para exterminarlos inventó la Iglesia romana la Inquisición.
¿En qué consistía la fuerza verdadera de los cátaros?
¿Por qué les amaron tanto sus amigos?

viernes, 8 de julio de 2011

Luis Melero defiende el legado de los albigenses en la presentación madrileña de Los pergaminos cátaros.

entrevista que me hizo el diario SUR, 18 de abril de 2006

LUIS MELERO: «A LAS PERSONAS CON RAÍCES POCO HONDAS SÓLO NOS QUEDA LA MEMORIA»

El escritor malagueño regresa a la narrativa histórica con una obra ambientada, en parte, durante la ocupación española por las tropas napoleónicas. 'Los pergaminos cátaros', un libro «con más realidad que leyenda», se publica en marzo

«Si no hubieran sido exterminados, Europa sería otra, y mejor».


A los pocos días de su publicación, Roca Editorial saca la segunda edición de la novela.

«La gente les quería y les respetaba, porque mantenían vivo el mensaje de Jesús. Además, apreciaban su percepción de la vida: eran tolerantes con la condición de cada uno, y defendían la igualdad de la mujer. El exterminio de los cátaros retardó 200 ó 300 años el progreso de Europa. Con ellos, no hubiera habido guerras de religión, ni hubiera nacido la inquisición y las dos guerras mundiales no hubieran ocurrido».

Quien con tal vehemencia se expresa es Luis Melero, autor malagueño que, tras el éxito de La desbandá, reincide en Roca Editorial con Los pergaminos cátaros, una historia de hombres buenos.

jueves, 7 de julio de 2011

INDIANOS. Una forma de heroísmo.



Es posible que España fuese un país sumamente distinto sin la contribución de los emigrantes en general y los indianos en particular.
Aunque es abundante la bibliografía, da la impresión de que es un asunto del que se sabe poco, o más bien es excesivamente poco conocido y comentado por parte del gran público. Muchos edificios de las áreas cantábricas y en Canarias, y en general en toda España, fueron construidos por indianos a caballo entre el siglo XIX y el XX, pero con ser tan llamativo, eso no es todo y ni siquiera es una parte lo bastante considerable de la influencia sobre extensos aspectos de nuestra vida y nuestra economía de los emigrantes que hicieron fortuna en América. Un sector muy importante de la banca barcelonesa nació por iniciativa e impulso de indianos, que también construyeron escuelas por doquier, vías de comunicación, saneamientos y múltiples realizaciones beneficiosas para la sociedad, en una altruista y generosa búsqueda del progreso y desarrollo de sus pueblos de origen.
Hemos oído mucho en el pasado reciente sobre la “incidencia” de las remesas de emigrantes en nuestra balanza internacional de pagos, pero da la impresión de que a los indianos se les atribuían papeles más bien pintorescos y no han sido estimados en su justa medida los esfuerzos desesperados que hacían no sólo por volver a sus tierras añoradas junto a la familia amada, sino, también, por mejorar la vida de sus pueblos y ciudades para que otros no tuvieran que emigrar como ellos.
Este libro, que no trata de agotar el tema ni ser un estudio académico ni, mucho menos, estadístico, es un emocionado homenaje para la gente sencilla que vivió vidas fascinantes casi sin querer y que contribuyeron en importante y decisiva medida a que España sea lo que hoy conocemos.

martes, 5 de julio de 2011

Obra impulsada por la Obra

¿El Opus Dei decidió convertir a Dan Brown en millonario?
¿Trabajan a destajo los sesudos (y maquiavélicos, según sus detractores) dirigentes de la Obra para que este aspirante a escritor mediocre compita en fortuna con Bill Gates?
Lo hicieron con la novela. Se lanzaron ferozmente contra ella y el resultado fue que alguien destinado a penar en las cloacas editoriales se convirtiera en el máximo vendedor de libros del siglo. Ahora, hacen lo mismo con la película, a pesar del inteligente consejo de Tom Hanks de no tomársela en serio. Y los responsables de marketing de Columbia Tri-Star frotándose las manos, por los millones de euros que les ahorran en anuncios los sesudos (y supuestamente maquiavélicos) dirigentes del Opus.
Pero ¿merece tanto Dan Brown?
¿No deberíamos mirar su creación con desdén militante?
Es un libro solemnemente malo. No cumple reglas esenciales de la ficción literaria, porque no hay verdadero desenlace, como si fuera insuperable la indolencia que Brown muestra en sus manidísimas claves. Lo de los Merovingios no lo ha inventado él; es uno de los desvaríos del chauvinismo francés. Lo del Jesucristo casado y muerto de viejo, lo cuentan de siempre en India y, al menos, en Provenza y Languedoc.
Brown comete apáticamente errores con meridianos y arquitecturas, con escenarios y “tempos”. Cansado de escribir 105 veces el mismo capítulo, no le quedaron fuerzas para imaginar un final resolutivo. Si en todas sus páginas planea una exasperante inverosimilitud, culmina con la “sorpresa” más previsible y traída por los pelos que he leído jamás. Tenía que ser igual de torpe al retratar al Opus. Que invente monjes donde no los hay es lo de menos. Podía retratar la umbrosa médula del franquismo, pero no le apeteció informarse. Podía describir a quienes se vengan con impiedad del numerario que hace treinta sin hacer la treinta y una. Podía delatar el corporativismo que, para ayudar al correligionario, se convierte en vileza contra quienes no comparten lealtad. Podía parodiar la velocidad de un camino que conduce al cinismo. Podía condenar la ingratitud contra Fisac, salvador de su líder. Podía ironizar sobre Morris West, revolviéndose en su tumba ante el escamoteo de un verdadero abogado del diablo en un proceso de beatificación vertiginoso.
Nada de eso hizo Brown, porque al pobre no le dan para más las meninges.
“El código da Vinci” no es blasfemo, como no lo era “Los versos satánicos”, porque es ficción, no texto doctrinal/divulgativo. Sólo es reprobable por chapucero y por el daño irreparable que hace a la literatura contemporánea. No sólo multiplica los lectores con electroencefalograma plano, sino también los editores con igual planicie que desprecian la originalidad. Si de algo debiéramos acusar a Dan Brown es de que haya legiones de editores ansiando emular su éxito, cuya vía más eficaz parece la de encorajinar al Opus para obtener propaganda gratuita.
Con esa manía del Opus de creer que lo que va contra ellos va contra la Iglesia, que presumiblemente somos todos los bautizados, acusan al seudo escritor de ser parte de una conspiración. Pero tras una ojeada a la obra, la única conspiración imaginable es la que el Opus ha orquestado para enriquecerle.

sábado, 2 de julio de 2011

Subida la última entrega de "REGRESO A ILICI"

Ya he terminado de publicar mi novela REGRESO A ILICI"

Podéis leerla un poco más abajo, en dos partes.