MONSTRUOSIDADES QUE SOBRAN
A la hermosa nueva Alameda le sobran estas cinco monstruosidades.
Ahora que nuestras miradas han ganado campo de visión, ahora que tenemos perspectivas muchos años olvidadas y podemos verlo todo con claridad, nos podemos dar cuenta de la maravilla urbana que la Alameda de Málaga podría ser si algún inconsciente e ignorante concejal de urbanismo no hubiera permitido que se construyeran estos cuatro adefesios impropios y desentonantes, sin olvidar la fealdad deliberada de Stella Horribilis.
Sería necesario que nos marcásemos el objetivo de que la Alameda fuese restaurada también en sus edificios. A estos cuatro habría, por lo menos, que exigirles rebajar plantas hasta igualarse con sus contiguos y reformar estilísticamente sus fachadas. En cuanto al Stella Horribilis, los fieles deberían dejar de entrar para convencer al obispado de que no podemos tolerar ese borrón en esa esquina que debería ser privilegiada.
Mención aparte para la pretenciosa catetada de la Equi5tativa, cuya estúpida fealdad se acentúa si recordamos que sustituyó al magnífico palacio Larios.