domingo, 7 de octubre de 2012

Luis Melero: «A las personas con raíces poco hondas sólo nos queda la memoria»

El escritor malagueño regresa a la narrativa histórica con una obra ambientada, en parte, durante la ocupación española por las tropas napoleónicas. 'Los pergaminos cátaros', un libro «con más realidad que leyenda», se publica en marzo


Rafael Cortés SUR
DURANTE muchos años, el escritor Luis Melero ha sido un nómada. Viajero inquieto y escritor infatigable, este malagueño dejó su ciudad natal siendo muy joven; primero se fue a Cataluña y luego a Italia, donde estudió Arte, después en Brasil y Estados Unidos se formó en los ámbitos de la creación publicitaria y la comunicación. Pero a pesar de todo, Melero siempre tiene presente a su Málaga -«mi ciudad del alma» la llama-, a la que regresa tanto en persona como a través de sus obras literarias. Su nueva novela, 'Los pergaminos cátaros' (Roca), en la que también queda espacio para esta ciudad y que se publica en marzo, recupera otro episodio histórico, relacionado en parte con la ocupación española por el ejército de Napoleón. Esta nueva apuesta por la narrativa histórica de Melero llega tras el éxito de 'Oro entre brumas', en la que relataba el hundimiento por parte de los ingleses de una flota de Indias cargada de tesoros, y 'La desbandá', donde novelaba sobre la huida republicana de Málaga ante el avance de las tropas nacionales durante la guerra civil.



¿Por qué ese interés suyo por las persecuciones contra los cátaros?

En la novela hay dos escenarios temporales: 1811 y los dos siglos de persecuciones contra los cátaros/albigenses. La etapa de ocupación napoleónica me interesa por razones obvias y porque creo que nos cuentan las cosas de modo poco racional; además, hay un caso malagueño que cito en el texto: el expolio por las tropas napoleónicas de las imágenes de plata maciza de Ciriaco y Paula. Esa persecución me ha obsesionado desde niño; no consigo imaginar mayor gratuidad ni peor ensañamiento en la crueldad. Además, estoy seguro de que la historia de Europa a partir del siglo XIII hubiera sido mucho más progresista y feliz si no hubiesen exterminado a estos hombres buenos.

¿Cree que no se han investigado esos sucesos en su justa medida?

Yo le hablé a la editorial de esta novela cuando negociaba 'La desbandá', en el verano de 2004, y Blanca Rosa Roca, que es una de las editoras más sagaces de España, contrató 'Los pergaminos cátaros' sin leer ni un resumen. Desde entonces, han salido infinidad de libros sobre los cátaros. Novelas, no tantas. Y novelas donde el autor 'se moje' a favor de los cátaros, menos. Sin embargo, parece que estuviésemos todos mirando en la dirección correcta. Menos mal.

¿Qué le atrae tanto de la novela de contenido histórico?

Incurriendo en un retruécano fácil, digamos que la novela de contenido histórico me eligió a mí. Cuando me planteé la primera vez escribir ficción, lo hice porque llevaba muchos años investigando lo ocurrido durante la desbandá de Málaga del 7/8 de febrero de 1937. Tanto leí 'La Unión Mercantil' en el Archivo Municipal, tanto revisé el archivo de Díaz de Escovar y tanto me pateé la carretera entre Málaga y Motril entrevistando a ancianos, que me quedó cierto regusto por la búsqueda de explicación de las cosas que se nos escamotean, como lo de Málaga, o de lo que nos han contado muy mal. El oro de Vigo, que reflejo en 'Oro entre brumas' y los cátaros, merecen explicación.

Las leyendas y los sucesos reales se mezclan, una vez más, en su creación literaria...

En esa novela hay mucha más realidad que leyenda. El oro ha entrado en la leyenda, pero se sabe lo que había y consta la recuperación de sólo un 15 por ciento. Por lo tanto no es leyenda que tiene que haber oro oculto en alguna parte. En el otro plano temporal, el del investigador-realizador de televisión, hay mucho de autobiográfico y de biográfico sobre Fernando Navarrete, que es casi un trasunto del realizador Dimas Outeiro.

Al dibujar personajes como Marianna y el resto de los que completan su nueva obra, ¿se ha basado en figuras reales o es todo ficción?

El Valle de Aran es un sitio lleno de misterio, además de muy bello. Uno de los hechos fundamentales de la narración, un asalto protagonizado por un cura, se dio en la realidad histórica de la ocupación napoleónica del valle.

¿Y por qué el género de la narrativa para afrontar una obra de este tipo?

Decía Disraeli que, como viajero, «he visto más de lo que recuerdo y recuerdo más de lo que he visto». Yo he pasado demasiados años viviendo como un nómada, lo que a uno le fuerza, a pesar suyo, a desgajarse de sus raíces. Y a una persona con raíces poco profundas no le queda más que la memoria. Siempre que me preguntan por mis experiencias americanas, me sale una narración oral, casi un relato para presentar a un concurso o al certamen de SUR. Ahora me han encargado un libro sobre un importante personaje histórico y una vez investigado lo necesario, al abordar el trabajo me sale relato y no estudio o tesis.

Igual que en 'La desbandá', se advierte un profundo conocimiento de la Historia, ¿le ha llevado mucho tiempo la investigación?

Catorce meses, la lectura de casi treinta libros, muchas horas en la Biblioteca Nacional y un viaje por el Valle de Arán y el antiguo Languedoc.

En poco menos de año y medio va a publicar tres novelas, ¿tiene previsto mantener ese ritmo?

Ese trabajo de investigación histórica al que me refería antes, escrito por encargo, va a salir también esta primavera. A continuación, tengo cuatro libros en marcha y no sé cuál exactamente trataré de terminar primero. Creo que uno sobre las drogas, que es una cuestión que cada día me preocupa más. Además, hay por ahí nueve manuscritos inéditos de novelas, no todas de carácter historicista; una es corta y las ocho restantes, de extensión normal. Una de ellas trata sobre la Umbanda, de Brasil, y otra, de una especie de agente secreto a la fuerza. También tengo unos doscientos relatos cortos y medios, varias ideas de programas de televisión (sobre lectura), varios centenares de canciones (coplas, principalmente) y obras de teatro. Además, existe la posibilidad de que uno de mis dramas se estrene este año en Madrid...