19.06.08 LAS PROVINCIAS Valencia- Vicente Torres (PD)-.
Escribe Manuel Alcántara que nadie con más derecho a mirar a Málaga frente a frente y a sostenerle la mirada. Nadie con más credenciales de amor, incluso con esa forma de amor que exige correcciones, que Luis Melero, ese hombre del Renacimiento que se conformaría con ver renacer a su ciudad.
El texto de Alcantára continúa con que
Luis, aquí donde lo veis, con su terca juventud y sus muchos caminos, dibuja, escribe novelas, compone música, hace versos, viaja y reside. Pertenece al mundo, pero es de su tierra y de su mar.
Luis Melero se diferencia de los demás malagueños –más resignados, más fatalistas- en que no sólo cree que Málaga es mejorable, sino que intenta mejorarla. Inicia su acción en el mismo punto en el que otros acaban su queja. Como Villamediana, cuando le reprocharon conveniencias a sus amores reales, Luis Melero puede decirle a Málaga: de vos no quiero más que lo que os quiero.
Guardo de él dibujos, abrecartas, conversaciones, guardo muchas cosas suyas y pido que Dios le guarde a él. Dios o los dioses mediterráneos, porque la verdad es que a veces temo por su desmedido afán de perfección, tan insólito, tan incómodo entre nosotros –más resignados, más fatalistas-, que sabemos que Málaga es mejorable, pero que hacemos muy poco por mejorarla.
Como los patricios romanos, Luis Melero aspira sólo a un título en un mármol: "Mereció de su patria". En merecer de su patria chica ha empeñado su vida este hombre que aquí veis, este viajero que regresa una y otra vez a su origen, este doncel que siempre vuelve.
ENTREVISTA CON LUIS MELERO
A la vista de tu gran producción literaria en muy corto periodo de tiempo, cabe pensar que has dedicado tu vida a prepararte para esto y no a consolidar una situación profesional o económica.
Fui creativo para la publicidad y periodista en numerosos medios, lo que prepara muchísimo. Bastante de lo publicado en pocos años estaba escrito mucho antes. La escritura es una profesión, de la que es lícito vivir, que es la única manera de que una literatura nacional sea grande. Pero en España te preguntan siempre cuando dices ser escritor: Escritor, sí, ¿pero cómo te ganas vida?
Tengo entendido, siguiendo con la cuestión anterior, que son once los tí¬tulos que tienes publicados y muchos los que tienes terminados e inéditos.
No sólo libros. Guardo coplas, canciones, poemas, obras de teatro, cuentos innumerables, series de televisión, parodias.
A pesar de tanta obra publicada y que en algunos casos se ha reeditado varias veces, tu situación económica es precaria.
Larra dijo aquello de "Escribir en España es llorar". Hoy habría que decir "Escribir en España es enriquecer a otros". Dos indecentes se han apropiado de mis derechos de autor los dos últimos años.
Esta grave situación económica que padeces pone en peligro la obra que te resta por escribir, dado que acostumbras a documentarte exhaustivamente, precisas de alguna infraestructura informática, así como un buen número de libros. ¿Qué solución puedes encontrar?
Salvo que me den lo que me han robado, no la hay. Sólo queda esperar la Parca.