jueves, 16 de agosto de 2018

MURCIA, NATURAL COMPADRE DE MÁLAGA

Asombra en Málaga toparse con placas o esculturas que describen el “hermanamiento” de la ciudad con otras, en ocasiones, demasiado exóticas o desconocidas por la gente común. La única que parece lógica es Galveston, por Bernardo Gálvez y su gesta.
Sin embargo, en ninguna parte se alude a la decena de Málagas que existen en América ni se nombra un `prodigio colombiano llamado “Bahía de Málaga”, que es uno de los parajes más bellos y con mayor biodiversidad del mundo.
Cuanto más se reflexiona sobre el sometimiento antihistórico de Málaga a la dictadura de Sevilla, menos se justifica y más se determina que somos rehenes del regalo que González y Guerra le hicieron a su querida ciudad, prácticamente una explotación colonial. Es absurdo que Málaga fuera incluida en esa región artificiosamente uniforme, que no lo es. Málaga tiene demasiadas claves propias para ir de la mano con Granada, Córdoba, Sevilla o Cádiz. Un paseo somero por esas ciudades y sus entornos, muestra a las claras que carecen de cualquier parecido con Málaga.
En cambio, si uno recorre a pie la ciudad de Murcia, irá de asombro en asombro. Frondosos ficus en medio de placetas, como la Plaza del Teatto, y desarrollos modernos que podrían ser malagueños. Además, el acento murciano se parece mucho más al malagueño que el cordobés, pongamos por caso. Y para colmo, comparten el folclore y los estilos flamencos, ya que la cartagenera y demás son en realidad malagueñas con matices. Por otro lado, las tradiciones malagueñas (júas p.ej), impregnadas de ”levantismo”, se asemejan mucho más a
Almería, Murcia o Alicante que a nuestro entorno inmediato.
Si en esta España acomplejada por la generación del 98 y el episodio González-Guerra, existiera un mínimo sentido de la lógica, habría una comunidad autónoma denominada “Sureste” o “Levante Sur”, que englobaría a Málaga, Almería, Murcia y Älicante.

Donde no pertenecemos en absoluto por historia, costumbres o claves, es a la dictadura sevillana.