jueves, 15 de agosto de 2013

LA PESADILLA Y LA INJUSTICIA EDITORIAL ESPAÑOLA IMPEDIRÍAN ESCRIBIR LA VIDA ES SUEÑO


El sueño de escribir, producto de la irrefrenable vocación de escritor, se convierte habitualmente en una pesadilla en España. La ley de propiedad intelectual, reformada en 1996, no sólo consiente, sino que parece propiciar la estafa a los escritores. En consecuencia, la mayoría de las editoriales españoles nos roban a los escritores casi la totalidad de nuestros derechos. A mí me han robado entre Roca Editorial y Editorial El Cobre unos 219.000 euros en total. Algo tan importante ocurrido a un escritor que ha vendido más que la media, parece que debería ocasionar un gran escándalo mediático.

Pero Antena 3 es propiedad de Editorial Planeta. La Esfera de los Libros es propiedad del diario El Mundo. Santillana/Alfaguara es propiedad del diario El País. Y así, casi hasta el infinito. Consecuentemente, ¿puede esperarse que los medios españoles se ocupen con honestidad y valentía de los frecuentes casos de escritores estafados por sus editoriales?

Porque las Cortes Españolas desprecian a los escritores, exponiéndolos a los abusos editoriales sin una ley apropiada para protegernos, que hecha a la conveniencia de las editoriales, consiente las estafas a escritores, impidiendo que podamos sobrevivir y que, por lo tanto,  la literatura española cuente en el mundo
Escribir en España es labor de esclavos martirizados.
Existe una lista negra editorial de los escritores que exigimos que nos paguen.

Larra decía que “escribir en España es llorar”. España opta oficialmente por ultrajar a los escritores, imposibilitar su profesionalización. En Barcelona sobre todo, se editan muchos títulos y bastantes volúmenes, pero las leyes están condicionadas para que las editoriales no tengan obligación LEGAL de pagar a sus escritores españoles. Todos en Barcelona, periodistas inclusive, saben que las editoriales se apropian casi todo el dinero de sus autores españoles, pero hay un PACTO DEL SILENCIO. Existe un círculo vicioso por el que los escritores españoles tenemos que aceptar ser estafados para poder publicar y, si reclamamos nuestro dinero, se nos inscribe en una LISTA NEGRA EDITORIAL y ya nohay la menor posibilidad de volver a publicar.

NO PUBLICO hace seis años, porque decidí no hacerlo más con la estafadora Roca Editorial (que me ha defraudado más de 125.000 euros por cuatro libros muy bien vendidos) y después no ha querido contratarme ninguna otra, aunque tengo inéditas nueve novelas publicables de inmediato. A pesar de ese silencio, aún me escriben vocacionales para pedirme consejos; respondo siempre que se busquen editoriales FUERA DE ESPAÑA
Con el consentimiento del Gobierno, el Parlamento, los diputados, todas las autoridades y los partidos políticos, en España sólo pagan una pequeña fracción de los derechos de propiedad intelectual –salvo alguna que yo no conozco-; es decir, la mayoría de las editoriales fingen pagar los derechos, pero calculando las liquidaciones en base, por ejemplo, a los movimientos con los distribuidores, consignan “devoluciones” imposibles de libros (las devoluciones provisionales de los distribuidores), y finalmente liquidan solamente sobre la base de un 30% del P.V.P. del libro. Los escritores muy conocidos, hacen registrar sus contratos en notarios para curarse en salud; tal como hacen habitualmente las editoriales, los contratos con los escritores legalmente son papel mojado.
Muchas de las liquidaciones que me hizo Roca Editorial presentaban saldo NEGATIVO PARA MI; o sea, que YO TENÍA QUE PAGAR A ROCA, circunstancia totalmente imprevista en los contratos Sólo tenía que hablar del porcentaje que corresponde al escritor del precio de venta el público de su libro, que para eso lo imprimen en la portada.
Esta situación es posible porque la ley española de propiedad intelectual de 1996 es ultrajantemente defectuosa.
LA MAYOR EXTRAVAGANCIA: no considera delito que las editoriales incumplan sus contratos. Si un escritor estafado como yo decide denunciar a la editorial, sólo conseguiría que un juez dictaminara un juicio de faltas, donde la editorial sólo podría ser castigada a pagar una multa y NUNCA A DEVOLVER LO ROBADO AL ESCRITOR.
Roca Editorial incumplió todos sus contratos conmigo, no sólo porque me robó el 70% de mis derechos, sino porque jamás me dio opción de objetar las defectuosas portadas, repitió portada en dos libros míos sucesivos, me escarneció en todos los aspectos promocionales, me impidió conseguir agente, etc. Etc. Además, me “recomendó”, para editar con una célebre estafadora, Miriam Tey, muy conocida por sus marranadas en los medios barceloneses, aunque no en Madrid, donde me vino a estafar.

Los escritores que publicamos en España cobramos en realidad MENOS DEL 3% DEL PRECIO DEL LIBRO, es decir MENOS DE LA TERCERA PARTE DE LO QUE NOS PERTENECE. El gobierno y todas las instituciones lo permiten. ES QUE LOS ESCRITORES NO SOMOS ELECTORALMENTE SIGNIFICATIVOS.


ACTUALMENTE, 
NO SE PODRÍA ESCRIBIR EL QUIJOTE EN ESPAÑA