domingo, 3 de marzo de 2013

LA DIFICULTAD DE ABRIR “ABRE FÁCIL”


En los supermercados, topamos con muchos productos que nos anuncian como “abre fácil”.

Ignoro si alguien habrá realizado una encuesta sobre las facilidades que ofrezcan estos “abrefáciles”. Sobre todo, entre mujeres no demasiado fuertes ni impetuosas.

Algunos de tales productos, sobre todo los tetrabriks de leche o zumos con dos picos en la parte superior, es más que dudoso que alguien pueda abrirlos de un pellizco, aun investigando entre hombres fortachones.

Esos tetrabriks y otros muchos artículos son dificilísimos de abrir si no es valiéndose de unas tijeras. Pero es que tampoco se puede afirmar que sean fáciles de abrir latas de conservas que deberíamos poder destapar tirando de una anilla. Muchas latas de atún o mejillones, si no son muy grandes, cuesta grandes esfuerzos abrirlas y a veces hay que recurrir al mango de una cuchara para hacer palanca.

En una sociedad donde todos creemos poder saltarnos todo a la torera, no abundan los reglamentos. Somos una sociedad muy poco regulada, digan los que digan algunos. Se fomenta tanto el individualismo entre nosotros, que ni siquiera queremos asociarnos para progresar o enriquecernos en conjunto (que es como progresan las sociedades prósperas); mucho menos, aceptamos que nadie pueda regular algo tan obvio como que no se llame a una cosa “abrefácil” si es tan difícil de abrir.