EL MUNDO, 16 de mayo de 2006
¿Y SI FUE UN IMPOSTOR?
En su libro "Colón, el impostor" (Temas de Hoy), el escritor Luis Melero novela las costumbres y los ambientes de la España de finales del siglo XV imaginando qué pasaría si se descubriera que Crístobal Colón conquistó el Nuevo Mundo gracias a las indicaciones de un viejo marino que había llegado antes allí. También fantasea con la posibilidad de que hubiera sido amante de la reina Isabel la Católica. Aquí se muestran las luces y las sombras de un hombre que contribuyó a que España tuviera uno de los imperios coloniales más importantes de la Historia. A través del marinero Alonso Sánchez de Huelva, secretario personal del almirante, se conocen los fracasos del descubridor en busca de apoyos y subvenciones en sus visitas a las distintas cortes europeas: Portugal, Francia, Inglaterra y España, donde consiguió de los monarcas las capitulaciones de Santa Fé.
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LA RAZÓN, 15 de mayo de 2006
«LUIS MELERO: "CRISTOBAL COLON FUE UN "PLAYBOY"»
Melero, que está prolífico, acaba de publicar también la novela histórica "Los pergaminos cátaros" (Roca Editorial). "Seríamos más felices, buenos, sociables y dignos si fuésemos cátaros, y no me cabe ninguna duda de que no habríamos padecido las guerras de religiones, ni la inquisición, ni las dos grandes guerras mundiales. Pero los tacharon de herejes y fueron exterminados. Sus preceptos eran la humildad, la pobreza y el respeto". El escritor los considera los hippies del siglo XII; "La mujer tardará aún años en conocer la igualdad que vivieron los cátaros".
- Acaba de presentar "Colón. El Impostor" (Temas de Hoy). ¿Impostor?
- Sí. Se inventó un personaje porque tenía que ocultar quién era: parece que antes de presentarse ante los Reyes Católicos fue corsario y probablemente combatió contra naves de Fernando. Era muy conocido en los puertos canallas del golfo de León: Cerdeña, Marsella, Mallorca...
- Un golfo en el golfo. No es verdad, entonces, que fue pío, religioso.
- Inventó su religiosidad como un modo de acercamiento al poder.
- No parece que quisiera descubrir tierras para evangelizarlas...
- Eso le pedían, pero él lo hacía para demostrar que tenía razón. Le dolía mucho que se burlaran de él por decir que había una nueva ruta, por ir a Oriente.
- Ya. Y dicen que no era verdad que fuera tan buen marinero...
- Era un buen teórico, pero sus compañeros de viaje denuncian errores de bulto en el manejo práctico de los barcos.
- Un personaje misterioso...
- De antes del 1492 no se sabe nada. Ni su nombre ni su edad. Parece que conocía la ruta a seguir porque alguien se la había contado. O porque ya hubiera estado en América antes del descubrimiento oficial en 1492.
Un caso de psiquiatra
- Un hombre que creó su propia leyenda, por lo que usted cuenta.
- La creó y la alimentó. Era un mitómano, un gran mentiroso. Mintió siempre. Era un fabulador. Y ciclotímico. Un caso de psiquiatra.
- Cuenta que no supo digerir su éxito y que fue un gobernante nefasto...
- Sabía llegar a la meta, pero no sabía cobernar. No era político ni diplomático. Era más bien exaltado. Metía mucho la pata.
- Dice que era encantador con los poderosos y tirano con los subordinados...
- Sí, así era. Si no hubiera navegado con él Martín Alonso, que le protegió, la marinería lo habría arrojado al mar.
- ¿Era en verdad irresistible para las mujeres?
- Eso parece.
- No me diga que sedujo a Isabel la Católica...
- Es muy probable que así fuera. La reina era muy atractiva, en contra de lo que dice la leyenda. Y Colón tenía fama de ser un gran amante. Fue un "playboy", un Porfirio Rubirosa de aquellos tiempos. Escaló muchos peldaños a través de las camas.
- ¿Qué sabemos con exactitud de la vida de Colón?
- Lo único real es que viajó de Palos a Canarias en 1942, y que allí se quedó un mes con Beatriz de Bobadilla, doncella de la reina, antes de partir hacíaAmérica.
- Una ventura para preparar la aventura. Dice usted que fue un visionario algo alucinado. ¿Y un genio?
- Un hombre muy inteligente, casi genial. Se equivocaba en lo pequeño, no en lo grande.
- Escribe que era intratable, irascible...
- Sí, un auténtico bronquista. Seguro que además de una mujer en cada puerto, tenía peleas en todos ellos.
- En fin, ¿qué nos cuenta usted de Colón que no se supiera?
- Lo referente a la preparación del primer viaje, de dónde le llegó la información de la ruta a seguir. Creo que se la dio Alonso Sánchez de Huelva, un piloto de Palos que navegaba con los Pinzones y que había naufragado "en grandes islas más allá de las Azores".
- ¿Qué le ha sorprendido más de todo lo investigado?
- Su capacidad de fabulación. Es un personaje fascinante, para bien y para mal. Un tipo apasionante. Y un misterio.
- Podría haber titulado su libro "El hombre de las seis tumbas"...
- Sí, parece que quiso que hasta su lugar de enterramiento fuera un misterio. Reunir todos los fragmentos de su cadáver sería como encontrar un tesoro.
- Hay casi tantos huesos de Colón como astillas de la cruz de Jesús...
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SUR, 18 de abril de 2006
LUIS MELERO: «A LAS PERSONAS CON RAÍCES POCO HONDAS SÓLO NOS QUEDA LA MEMORIA»
El escritor malagueño regresa a la narrativa histórica con una obra ambientada, en parte, durante la ocupación española por las tropas napoleónicas. 'Los pergaminos cátaros', un libro «con más realidad que leyenda», se publica en marzo
«Si no hubieran sido exterminados, Europa sería otra, y mejor».
Luis Melero defiende el legado de los albigenses en la presentación madrileña de Los pergaminos cátaros.
A los pocos días de su publicación, Roca Editorial saca la segunda edición de la novela.
«La gente les quería y les respetaba, porque mantenían vivo el mensaje de Jesús. Además, apreciaban su percepción de la vida: eran tolerantes con la condición de cada uno, y defendían la igualdad de la mujer. El exterminio de los cátaros retardó 200 ó 300 años el progreso de Europa. Con ellos, no hubiera habido guerras de religión, ni hubiera nacido la inquisición y las dos guerras mundiales no hubieran ocurrido».
Quien con tal vehemencia se expresa es Luis Melero, autor malagueño que, tras el éxito de La desbandá, reincide en Roca Editorial con Los pergaminos cátaros, una historia de hombres buenos.