El sueño de escribir, producto de la irrefrenable vocación de escritor,
se convierte habitualmente en una pesadilla en España. La ley de propiedad
intelectual, reformada en 1996, no sólo consiente, sino que parece propiciar la
estafa a los escritores. En consecuencia, la mayoría de las editoriales
españoles nos roban a los escritores casi la totalidad de nuestros derechos. A
mí me han robado entre Roca Editorial y Editorial El Cobre unos 219.000 euros
en total. Algo tan importante ocurrido a un escritor que ha vendido más que la
media, parece que debería ocasionar un gran escándalo mediático.
Pero Antena 3 es propiedad de Editorial Planeta. La Esfera de los
Libros es propiedad del diario El Mundo. Santillana/Alfaguara es propiedad del
diario El País. Y así, casi hasta el infinito. Consecuentemente, ¿puede
esperarse que los medios españoles se ocupen con honestidad y valentía de los
frecuentes casos de escritores estafados por sus editoriales?
Porque las Cortes Españolas desprecian a los escritores, exponiéndolos
a los abusos editoriales sin una ley apropiada para protegernos, que hecha a la
conveniencia de las editoriales, consiente las estafas a escritores, impidiendo
que podamos sobrevivir y que, por lo tanto,
la literatura española cuente en el mundo
Escribir en España es labor de esclavos martirizados.
Existe una lista negra editorial de los escritores que exigimos que nos
paguen.
Larra decía que “escribir en España es llorar”. España opta
oficialmente por ultrajar a los escritores, imposibilitar su
profesionalización. En Barcelona sobre todo, se editan muchos títulos y
bastantes volúmenes, pero las leyes están condicionadas para que las
editoriales no tengan obligación LEGAL de pagar a sus escritores españoles.
Todos en Barcelona, periodistas inclusive, saben que las editoriales se
apropian casi todo el dinero de sus autores españoles, pero hay un PACTO DEL
SILENCIO. Existe un círculo vicioso por el que los escritores españoles tenemos
que aceptar ser estafados para poder publicar y, si reclamamos nuestro dinero,
se nos inscribe en una LISTA NEGRA EDITORIAL y ya nohay la menor posibilidad de
volver a publicar.
NO PUBLICO hace seis años, porque decidí no hacerlo más con la
estafadora Roca Editorial (que me ha defraudado más de 125.000 euros por cuatro
libros muy bien vendidos) y después no ha querido contratarme ninguna otra,
aunque tengo inéditas nueve novelas publicables de inmediato. A pesar de ese
silencio, aún me escriben vocacionales para pedirme consejos; respondo siempre
que se busquen editoriales FUERA DE ESPAÑA
Con el consentimiento del Gobierno, el Parlamento, los diputados, todas
las autoridades y los partidos políticos, en España sólo pagan una pequeña
fracción de los derechos de propiedad intelectual –salvo alguna que yo no
conozco-; es decir, la mayoría de las editoriales fingen pagar los derechos,
pero calculando las liquidaciones en base, por ejemplo, a los movimientos con
los distribuidores, consignan “devoluciones” imposibles de libros (las
devoluciones provisionales de los distribuidores), y finalmente liquidan
solamente sobre la base de un 30% del P.V.P. del libro. Los escritores muy
conocidos, hacen registrar sus contratos en notarios para curarse en salud; tal
como hacen habitualmente las editoriales, los contratos con los escritores
legalmente son papel mojado.
Muchas de las liquidaciones que me hizo Roca Editorial presentaban
saldo NEGATIVO PARA MI; o sea, que YO TENÍA QUE PAGAR A ROCA, circunstancia
totalmente imprevista en los contratos Sólo tenía que hablar del porcentaje que
corresponde al escritor del precio de venta el público de su libro, que para
eso lo imprimen en la portada.
Esta situación es posible porque la ley española de propiedad
intelectual de 1996 es ultrajantemente defectuosa.
LA MAYOR EXTRAVAGANCIA: no considera delito que las editoriales
incumplan sus contratos. Si un escritor estafado como yo decide denunciar a la
editorial, sólo conseguiría que un juez dictaminara un juicio de faltas, donde
la editorial sólo podría ser castigada a pagar una multa y NUNCA A DEVOLVER LO
ROBADO AL ESCRITOR.
Roca Editorial incumplió todos sus contratos conmigo, no sólo porque me
robó el 70% de mis derechos, sino porque jamás me dio opción de objetar las
defectuosas portadas, repitió portada en dos libros míos sucesivos, me
escarneció en todos los aspectos promocionales, me impidió conseguir agente,
etc. Etc. Además, me “recomendó”, para editar con una célebre estafadora,
Miriam Tey, muy conocida por sus marranadas en los medios barceloneses, aunque
no en Madrid, donde me vino a estafar.
Los escritores que publicamos en España cobramos en realidad MENOS DEL
3% DEL PRECIO DEL LIBRO, es decir MENOS DE LA TERCERA PARTE DE LO QUE NOS
PERTENECE. El gobierno y todas las instituciones lo permiten. ES QUE LOS
ESCRITORES NO SOMOS ELECTORALMENTE SIGNIFICATIVOS.
ACTUALMENTE,
NO SE PODRÍA ESCRIBIR EL QUIJOTE EN ESPAÑA