lunes, 26 de octubre de 2009
NECESIDAD DE CREAR UNA SOCIEDAD PROTECTORA DE ESCRITORES
Entre los comunicantes que forman una riada contándome casos de estafas de editoriales (A CAUSA DE QUE TODOS CONOCEN LA QUE YO HE SUFRIDO), me escribe el crítico literario de un importante medio de Barcelona diciéndome que casos como el mío son bastante frecuentes, y habiéndose comunicado conmigo, hasta ahora, once escritores que han padecido lo mismo que yo, me pregunto si no habría que fundar una Sociedad General de Escritores que controlase los contratos y el pago de los derechos (cuestión que, visto lo visto,le importa un ardite al ministro de la cosa). Un despacho de abogados con buena visión tendría que ocuparse de organizar esa asociación, y genaría muchos millones toda la vida.
Muchos me recuerdan el caso de Marías, que también fue estafado por su editorial en el pasado.
En vez de buscar negociar conmigo los casi 100.000 euros que me ha estafado, mi editora me pone espías que me escriben con nombre supuesto, para averiguar mis propósitos editoriales.
Va lista esta señora.