Una invitación para hablar de mis obras, me ha permitido dar con
una institución asombrosa en Fuengirola. Se trata del Club de Lectores de
Novela Histórica, que se reúne en una estupenda biblioteca municipal denominada
Miguel de Cervantes.
El intercambio de preguntas y respuestas duró nada menos que ¡tres
horas! sin que el nutrido grupo ni yo mostrásemos el menor signo de cansancio.
Creo que este grupo cumple un papel bastante trascendental en
Fuengirola (la espera para ser admitido se prolonga hasta tres años), y podría
ser muchísimo más importante. Convendría que las instituciones se avivaran para
multiplicar los efectos socio-culturales de esta magnífica iniciativa popular.