
Uno de los más llamativos es que haya en la actualidad redacciones completas de TV y prensa, donde se discrimina descarada y arrolladoramente a los hombres.
Becarias mediocres y sumisas desplazan todos los días a excelentes profesionales en tales redacciones.
Otro, que personas iletradas hayan decidido complicar la lengua, marcando diferencias con palabros tan imbéciles como “miembras”.
Muy pronto, nos exigirán diferenciar entre electricista y electricisto, chapista y chapisto, futbolista y futbolisto, atleta y atleto y hasta entre articulista y articulisto.
El día de mañano iré por la nocha a buscar un psiquiatro que me aclare esto.
Luis Melero